En primer plano, una pareja haciéndose un autoretrato, y lejos una patera de refugiados. La pareja permanece indiferente a la tragedia que se vive día a día en el Mar Mediterráneo.
Este museo se merece una gran entrada. Merece la pena visitarlo, un buen ejemplo de que un arrecife artificial proporciona trabajo, y favorece la vida marina. Todo son beneficios. Las esculturas se encuentran tapizadas de organismos marinos y existe vida de roca donde antes era un arenal. Las arenas son paisajes monótonos para el buceo, aburren un poco si no se sabe donde mirar, porque hay más vida de la que se piensa la mayoría de la gente, aunque hay que buscara un poco; pero es verdad, que los lechos marinos rocosos albergan mucha más vida y por tanto biodiversidad.
El museo Atlántico es un buen ejemplo de que los arrecifen artificiales son todo beneficios, bien hechos y planificados.
Creo que este museo es demasiado restringido, no se puede bucear por libre, pero merece la pena visitarlo si se va a Lanzarote.
Entre las esculturas, un banco enorme de peces.