Gracias a este buen hombre pude observar a un águila marina,
Myliobatis aquila (Linnaeus, 1758). El segundo que veo en mi vida. Precioso, espectacular, quería observarlo más que hacer fotos buenas, el resultado fue que realicé imágenes un poco nefastas (aún así no habrían ganado un concurso), pero con una sensación placentera al poder ver una animal tan bello. Siento mucho no haber hecho una foto de mi colega buceador junto al águila, Joaquín nado unos pocos metros a la par del bicho.
Sin palabras.
Gracias a este buen hombre pude observar a un águila marina, Myliobatis aquila (Linnaeus, 1758). El segundo que veo en mi vida. Precioso, espectacular, quería observarlo más que hacer fotos buenas, el resultado fue que realicé imágenes un poco nefastas (aún así no habrían ganado un concurso), pero con una sensación placentera al poder ver una animal tan bello. Siento mucho no haber hecho una foto de mi colega buceador junto al águila, Joaquín nado unos pocos metros a la par del bicho.
Sin palabras.
