Entre sapos, nenúfares y algas aparecieron dos ranas, una y después otra, una más grande y otra más pequeña, la segunda más pequeña es muy desconfiada y difícil de fotografiar. Pero un día se oyen croar a las ranicas. Pocos días después nos dimos cuenta de que en el barreño que esta al lado del estanque (estanque que no deja de ser una bañera vieja), también con algas, había un montón de renacuajos pequeños. Si consiguen desarrollarse todos en ranitas, una de dos, o nos hacemos unas barbacoas con sus ancas o las intentaremos llevar a alguna zona con escasez de ranas y a ver si sobreviven en un ambiente propicio. A buscar un buen hogar a las ranas.
Renacuajos a los pocos días.
Renacuajos tras algo menos de un mes.
Esperamos que sobrevivan la mayoría y que se conviertan en buenas y sanas ranas.
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