Nos alojamos en Castejón de Sos, gracias a la hospitalidad de la tía de Violeta, amiga y gran persona, geóloga de la universidad de Zaragoza, tripulante del Hespérides. Estuvimos de lujo en el pueblecito aragonés, deseando recorrer los valles pirenaicos. Al principio temimos que pudiera caer una nevada, pero nos sonrió la buena suerte, cuando llegamos la nieve estaba en el suelo y a nosotros nos hizo un buen día, sólo con nubes se sentía frío, pero al solete se estaba muy agustito.
Gabi, mi otro amigo tripulante del Hespérides, geólogo de la universidad complutense de Madrid, observaba con atención la belleza del paisaje. Junto a Alfonso, el novio de Vio, llegamos hasta las marmotas.
Aquí una de las mejores escenas del viaje, nuestro encuentro con las marmotas, bien gorditas preparándose para hibernar.
Un peazo de viajazo, en octubre, sólo tres días, ¡¡un miniviaje!! pero volveré a esa tierra maravillosa.
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