Al seguir el rastro nos toparemos con la tortuga por detrás, cómo es sorda y no se entera muy bien de lo que pasa a su espalda, ni se entera que la estamos espiando. Podemos, con cuidado, ver todo el proceso de la puesta de huevos, eso sí, con luz roja, que les molesta menos. Cómo escava el nido, pone los huevos después, y por último tapa el nido. En cuanto deja de poner huevos empieza nuestro trabajo. Trabajar una tortuga es simplemente medirla(imagen de arriba) de largo y de ancho, y buscar si esta identificada, con chip y posibles anillas, aunque éstas últimas se suelen desgarrar y no existe más que una cicatriz y desgarro en la aleta. Si no tuvieran puesto el chip, se lo ponemos nosotros y ya tenemos otra tortuga registrada. Importante para saber, si se vuelve a trabajar, o se captura, donde ha sido capturada, por lo tanto donde se encuentra, o cada cuanto tiempo vuelve a la isla para la puesta de huevos. Contamos también sus placas del caparazón, los escudos laterales deben ser cinco, primero para concretar la especie (Caretta caretta), la tortuga boba es la que pone huevos en Cabo Verde, pero siempre es bueno asegurarse. Algunos ejemplares pueden tener seis escudos, es raro, pero puede pasar. Y por último observamos si tienen alguna amputación, por mordiscos de tiburón, o aspas de motores de barco, así cómo anotar parásitos que puedan tener.
Las mejores fotos que se pueden realizar sin molestar en exceso a las tortugas es con la luz roja, y esa iluminación deja mucho que desear a la calidad fotográfica. Pero insisto en que si no se hace así, se molesta mucho mucho a la tortuga. Y realmente a las tortugas no se les hace ningún favor molestándolas. Cuando ponen los huevos están cómo en trance, por eso ponemos la luz blanca, pero por detrás, cómo en la foto, si la tortuga te ve podría poner menos huevos, y eso no es lo que queremos. Queremos conservarlas.
Abajo secuencia rítmica de cómo escavan las tortugas con sus patas traseras. Primero una patita y luego la otra.
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